El actor estadounidense Kevin Spacey, acusado de cargos por agresión sexual en el Reino Unido, ha quedado en libertad hasta una nueva vista que se celebrará el próximo 14 de julio, según determinó un juez británico.
Spacey, de 62 años, se personó ante la Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, donde confirmó su identidad, su fecha de nacimiento -26 de julio de 1959- y una dirección en Londres y tendrá que declararse formalmente culpable o inocente en la nueva audiencia del próximo mes, en la Corte de Magistrados de Southwark.
El juez consideró que no existe riesgo de fuga, dado que el intérprete ha colaborado con la Policía y en la investigación. Spacey, con traje azul, camisa blanca y corbata, siguió la vista desde la galería de los acusados con expresión neutra, y mirando ocasionalmente hacia el sector de la sala dedicado a los numerosos medios de comunicación, que se congregaron por decenas tanto dentro como fuera de las puertas del tribunal.
Durante la breve audiencia, la fiscal, Natalie Dawson, solicitó al magistrado que el sospechoso quedara en libertad condicional, que entregara sus documentos de viaje y se ubicara en una vivienda que posee en Londres. No obstante, el abogado de la Defensa, Patrick Gibbs, rebatió esos argumentos, arguyendo que el actor solicita estar en EEUU "la mayor parte del tiempo, por motivos laborales" y que es en ese país donde tiene "a toda su familia y a su perro de 9 años". Además, el letrado subrayó que el actor "niega vigorosamente" todos los cargos imputados contra él y así lo demostrará durante el proceso judicial, además de recordar que el intérprete "ha colaborado totalmente con la policía" y tiene voluntad de continuar haciéndolo.
Spacey se entregó voluntariamente a la Policía y rechaza rotundamente los cuatro cargos contra tres hombres que se le imputan en este país, cometidos presuntamente entre 2005 y 2013. Su abogado, Patrick Gibbs, subrayó que "niega rotundamente cualquier criminalidad" y aseguró que "lo demostrará durante el proceso". Gibbs convenció al juez para que dejara en libertad a su cliente hasta la próxima audiencia, que el magistrado fijó para el 14 de julio en el tribunal de Southwark, también en Londres, cuando el acusado tendrá que declararse culpable o no culpable.